“Primero si daba miedo, uno decía ahorita se daña, e incluso uno presionaba un botón, salía otra cosa, decía ya dañé, pero ya cogiendo confianza ya fue más chévere”
De esta manera Jenny Patricia Nichoy nos resume su experiencia en el primer taller de apropiación digital en el marco del proyecto Fortalecimiento de capacidades para la innovación en la Agricultura Campesina, Familiar y Comunitaria, donde junto con su asociación tuvo la oportunidad de aprender las bases para el manejo de herramientas tecnológicas y digitales, y de esta manera mejorar la visibilidad y comercialización de sus productos agrícolas. Jenny Patricia de 38 años es parte de la asociación Fuerza del campo ubicada en el corregimiento de Gualmatán del Municipio de Pasto hace cuatro años, y en ese tiempo se ha dedicado a la producción de hortalizas, brócoli, coliflor, lechuga y acelga, que representa para ella y su asociación el sustento de sus familias.
Jenny Patricia de 38 años es parte de la asociación Fuerza del campo ubicada en el corregimiento de Gualmatán del Municipio de Pasto hace cuatro años, y en ese tiempo se ha dedicado a la producción de hortalizas, brócoli, coliflor, lechuga y acelga, que representa para ella y su asociación el sustento de sus familias.
Para Jenny Patricia su asociación es su segunda familia, y es así como nos narra la experiencia con fuerza del campo. “El día con la asociación es bonito, bonito trabajar con la asociación, porque incluso vamos a una finca y no hay necesidad de decir yo me voy a almorzar a mi casa, si no que hacemos la olla comunitaria, ahí mismo preparamos nuestros alimentos”. Resaltando así que el trabajo en equipo proporciona buenos resultados.
Sin duda ella y su asociación han encontrado grandes ventajas en la apropiación tecnológica y digital, pues pequeños procesos pueden ser más eficaces si se utiliza la tecnología “Ahorita estamos practicando en Excel, como nos enseñaron, a llevar las cuentas, todo lo que uno va comprando, los precios e incluso sumar cuanto se ha gastado, porque antes, era coger y anotar el día que se siembra y el día que se va a cosechar, no era llevar una cuenta junta”.
La oportunidad de seguir aprendiendo inspira con pasos de gigante y soñar a futuro por esta razón y Jenny como una mujer visionaria menciona, “De aquí en adelante a seguir todo, con las herramientas, llevar todo organizado, a futuro yo quiero vernos a lo grande, como una empresa bien, que fuerza del campo este bien conformada, incluso animando a nuestros hijos para que ellos nos apoyen y nos ayuden, que fuerza del campo siga adelante”.
Finalmente, menciona su preocupación frente a la tierra, esa misma que provee a ella y muchas familias de su corregimiento, invitando a las asociaciones a producir orgánicamente “Me preocupa la contaminación, porque por ejemplo ahorita en el corregimiento de Gualmatán, salieron unas enfermedades para las hortalizas, y tenemos que capacitarnos más para poderla cuidar” sin embargo, nos invita a crear conciencia “La tierra nos toca cuidarla, protegerla, cuidarla no es solo sembrar con químico, nos toca todo lo orgánico”.